La aglomeración de las ciudades en México

Paul Singer define la ciudad como «una población relativamente grande que habita en forma compacta en un territorio pequeño»; y a este territorio pequeño podemos analizarlo desde múltiples disciplinas y perspectivas. En esta ocasión lo haremos desde las dinámicas que se generan por medio de la aglomeración de personas en términos de acumulación de capital.

Existen tres actividades que han asumido las ventajas de la aglomeración (ciudad) en el último siglo a raíz de capitalizarlas: la industria, el comercio y los servicios administrativos gubernamentales.

Por un lado, la industria de la transformación se convierte a partir de la revolución industrial en la actividad urbana por excelencia, bajo el precepto de que para producir barato se requiere necesariamente producir en masa.

En nuestro país tenemos múltiples ejemplos de ciudades que se desprenden a partir de la intensificación de su actividad industrial y el fenómeno migratorio que esta genera. Uno de los casos más representativos es la ciudad de Monterrey, en el estado de Nuevo León. A principios del siglo XX, la ciudad contaba con 62 mil habitantes, a partir de la fundación de múltiples industrias dedicadas, al vidrio, fundición, alimentos, bebidas, entre otras cosas llevaron a que en la actualidad tenga poco más de 5 millones de habitantes.

Por otro lado, el comercio asume las ventajas de la aglomeración en la comercialización de productos, cuanto más cerca se está de los medios de intercambio de mercancía, como los aeropuertos, puertos, vías férreas y carreteras, los costos de transporte se reducen y con ello la capacidad de encontrar más mercados. Las grandes aglomeraciones urbanas, además, tienen la ventaja de generar su misma demanda de productos.

Algunas ciudades conocidas por sus beneficios comerciales debido a aglomeraciones entorno a los grandes puertos del país son la ZMM de Tampico ( 916 mil hab.) o Veracruz (915 mil hab.). Por sus aglomeraciones debido a grandes aeropuertos dedicados al transporte de carga como Guadalajara (4.8 millones hab.), Querétaro (1.3 millones hab.) y Toluca (2.2 millones de hab.). Y por último aglomeraciones debido a importantes puntos fronterizos de intercambio de mercancías como Tijuana (1.8 millones hab.) y Ciudad Juárez (1.3 millones hab.).

Finalmente, los servicios administrativos gubernamentales traen con ellos la necesidad de una fuerte carga de mercado laboral para todos sus funcionarios, especialmente para aquellas ciudades que se convierten en sedes de gobiernos federales, estatales o municipales que conforme más grande sea el nivel de la población atraen generan la necesidad de robustecer a esta clase trabajadora.

En este caso el principal ejemplo que tenemos en el país es su capital (la ZM del Valle de México) que alberga 20.8 millones de habitantes y en la que se localiza el poder ejecutivo, legislativo y judicial federal. Así como el aparato de gobierno de la propia ciudad y de 60 municipios. Su proporción poblacional es tan representativa que con respecto a la población nacional total podemos decir que 1 de cada 5 mexicanos viven en ella.

Es así como las ciudades van generando una red jerárquica dependiendo de su área de influencia y su red de comercios y servicios podemos clasificarlas entre ciudades grandes, medianas y pequeñas establecidas de manera más o menos uniforme en el territorio.

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